Aquesta setmana passada Manuel de Pedrolo ha estat un dels protagonistes de l’activitat cultural a Mallorca amb un homenatge triple, dos dies a l’Obra Cultural Balear i un altre a Lloseta. Una de les preguntes que s’han fet sovint és per què calia retre homenatge a l’autor més prolífic de la literatura catalana, i una de les respostes més esteses ha estat per la seva integritat moral, pels seus valors ideològics a favor dels Països Catalans i en tercer lloc per la seva modernitat. Pedrolo és l’escriptor més important de la segona meitat del segle XX pel fet que incorpora a la literatura catalana els models narratius apresos en la literatura nordamericana i francesa i a més a més tradueix nombrosos títols d’aquestes literatures, però sense perdre mai la referència interna. Pedrolo volia modernitzar la nostra literatura i la nostra cultura. Ara que a Catalunya ja s’han celebrat les eleccions i que Artur Mas és el vencedor amb una majoria prou ampla com per anar fent moltes coses, ens hem de demanar qui ocuparà alguns càrrecs, entre ells el del Conseller de Cultura o el de president de la Institució de les Lletres Catalanes. Esperem que sigui algú com Pedrolo, amb ganes d’obrir-se a la modernitat però sense obviar el país. El conseller Treserras ha estat un gran conseller i hi ha dones i homes que ho poden fer molt bé a l’hora de substituir-lo, però en aquests temps d’incerteses caldrà que la cultura estigui en mans de gent brillant, amb bones idees i bona gestora. I fidel al país. Ho dic per algun dels noms que estan posant-se sobre la taula i que tenen a veure amb una escriptora mallorquina del PP. Seria una errada. Ara que vistos els nivells dels consellers de cultura de les Illes, fins i tot ella seria millor.
M.P, vecino de Hospitalet de Llobregat, vivía desde hace nueve meses ocupando "de patada" un piso vacío de protección oficial con su mujer y su hija menor de edad. Se convirtió en ocupa después de haber agotado el paro y no poder pagar el piso de alquiler donde vivía. Pero hace una semana recibió una orden de desahucio anunciándole que tenía que abandonar la vivienda de manera inminente. Finalmente, esta tarde ha decidido ahorcarse en plena calle, en el parque de las Setas, situado en la calle Can Trias de l'Hospitalet de Llobregat.
Según ha informado el presidente de laAsociación de Vecinos Carmen Amaya, Juan Álvarez, M.P se personó esta semana en el Ayuntamiento de la localidad para pedir que realojaran a su familia en un albergue "porque hacía mucho frío para quedarse tirado en la calle con su familia". Pero, según Álvarez, los servicios sociales del consistorio denegaron su petición. La misma fuente apunta que, como último recurso, el fallecido se personó en dos ocasiones, la última el mismo día del suicidio, para reclamar una demora de un mes en la ejecución del desahucio. Al no obtener una respuesta satisfactoria, a las cinco de esta tarde "ha salido con una cuerda de la vivienda que ocupaba" y ha decidido ahorcarse en el parque de las Setas, a pocos metros del piso que en pocas horas iba a tener que abandonar por la fuerza.
La víctima se dedicaba al sector de la construcción hasta que llegó la crisis. Una vez agotada la prestación por desempleo, pasó a cobrar una pensión de unos 300 euros "debido a la depresión que sufría a raíz de no encontrar trabajo", según Álvarez. El presidente de la asociación de vecinos del barrio asegura que, poco antes de suicidarse, la víctima le ha llamado por teléfono para transmitirle su desesperación: "Me ha llamado muy nervioso, diciéndome que se había tomado unas pastillas, yo he intentado calmarle y le he dicho que me esperara en la plaza para hablar sobre su situación e intentar encontrar una solución al problema, pero he llegado demasiado tarde".
Desahucios masivos en el barrio de la Gornal
La Asociación de Vecinos Carmen Amaya asegura que en las últimas semanas se han producido un gran número de desalojos forzosos de personas que estaban ocupando viviendas vacías de ADIGSA. Una de ellas es Manuel Torres, un padre de familia que se quedó en paro hace más de dos años y que decidió entrar "de patada" en uno de los pisos vacíos que hay en la zona. Hace días le llegó la notificación de desahucio que será ejecutada, si nada lo impide, el próximo 7 de febrero. Por su parte, la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) le ha convocado a una reunión el día 25 de este mes para hablar de la custodia de sus dos hijos. Torres vive en un piso sin agua de ADIGSA al no poder hacer frente a lo que cuesta un alquiler con la ayuda de 426 euros para parados. "Somos padres de familia necesitados y aunque queramos, no podemos irnos de los pisos", explica Torres.